La demanda de dólares alcanzó su nivel más alto en dos décadas y octubre dejó un fuerte drenaje de divisas

La dinámica del mercado cambiario volvió a intensificarse en octubre. Según el Balance Cambiario del Banco Central (BCRA), las personas y empresas adquirieron en conjunto US$ 6.331 millones mediante operaciones financieras. Descontadas las ventas, el mes cerró con un saldo neto negativo de US$ 5.434 millones, apenas por debajo de los niveles registrados en septiembre.

Las cifras confirman que 2025 transita el período de mayor demanda privada de divisas desde que existen registros comparables (2003). Entre enero y octubre, las compras de dólares del sector privado no financiero sumaron US$ 36.746 millones, mientras que las ventas acumularon US$ 7.348 millones, lo que implicó un faltante de US$ 29.398 millones en la formación de activos externos.

Cifras del mes

El informe oficial detalla que 1,6 millones de personas adquirieron billetes por un total de US$ 4.669 millones, mientras que 784.000 vendieron divisas por unos US$ 473 millones. Este comportamiento masivo se dio en medio del clima de incertidumbre previo a las elecciones, lo que contribuyó a sostener el elevado flujo de operaciones en el mercado financiero.

Pese al volumen de compras, una parte significativa no permaneció dentro del sistema bancario. En octubre, los depósitos privados en moneda extranjera se incrementaron en US$ 1.160 millones, alcanzando los US$ 35.105 millones, lo que refleja que buena parte de las divisas adquiridas no se tradujo en un incremento proporcional de los saldos depositados.

Aun así, las reservas internacionales del BCRA retrocedieron US$ 992 millones respecto de septiembre. Según la autoridad monetaria, la caída respondió fundamentalmente a las ventas de dólares que realizó el Tesoro en un mes marcado por la volatilidad financiera.

A diferencia de septiembre, la cuenta corriente del balance cambiario registró en octubre un déficit de US$ 2.599 millones. Dentro de ese resultado, el comercio exterior aportó un saldo negativo de US$ 677 millones: las importaciones pagadas sumaron US$ 6.067 millones, mientras que los cobros por exportaciones alcanzaron US$ 5.389 millones.

Gran parte de este desequilibrio se explica por los anticipos de exportaciones registrados en septiembre, en un contexto marcado por la reducción o eliminación de aranceles, lo que restó ingresos en el mes siguiente. Con estos resultados, el superávit acumulado de la cuenta corriente en los primeros diez meses del año se reduce a apenas US$ 505 millones.

Servicios, intereses y gastos en viajes

El balance de servicios también marcó un retroceso, con un egreso neto de US$ 1.008 millones. A esto se sumó un saldo negativo de US$ 916 millones en la cuenta de intereses, de los cuales US$ 718 millones correspondieron al sector público y US$ 189 millones al privado.

En diez meses, la cuenta de intereses acumula una salida neta de US$ 8.084 millones.

El gasto en viajes y pasajes continuó mostrando una tendencia expansiva: en octubre los egresos netos alcanzaron US$ 793 millones, mientras que el acumulado anual trepó a US$ 8.780 millones, el valor más alto desde 2017.

En contraste con el resto de las variables, los movimientos vinculados a la deuda financiera del sector privado no financiero dejaron un saldo positivo en octubre. La combinación de préstamos del exterior, títulos de deuda y financiamiento de organismos internacionales derivó en ingresos netos por US$ 563 millones, con un rol destacado del sector energético, que por sí solo aportó US$ 315 millones.

Además, las inversiones directas de no residentes sumaron US$ 124 millones, mientras que las inversiones de portafolio —vinculadas a la compra de activos financieros— mostraron ingresos netos por US$ 1.924 millones.

El balance general de octubre exhibe un patrón marcado: una fuerte demanda de divisas por parte del sector privado, un deterioro del balance corriente y presiones adicionales sobre las reservas, en un escenario financiero atravesado por la volatilidad preelectoral.